Una correcta alimentación es fundamental para que el cuerpo disponga de las herramientas necesarias para desarrollar debidamente sus funciones, por lo que es primordial controlarla y transformarla en un hábito saludable. En el caso de los pacientes con Anemia de Fanconi, especialmente en los niños, se pueden presentar ciertas anomalías durante la fase de crecimiento debidas a la enfermedad. Es totalmente habitual en estos casos, pero hay que saber reconocerlas y detectar en qué punto se encuentran.
Los especialistas que siguen en España a los pacientes con Anemia de Fanconi se remiten a las tablas y curvas de percentiles denominadas “tablas de desarrollo y crecimiento”, que recogen valores de peso y altura, de la población española y también las de la OMS.
Las curvas de crecimiento de los niños según la edad recogen el peso y talla del niño y lo comparan con la población general de esa edad. De este modo, cada niño o niña queda en esta tabla reflejado en un punto determinado que se compara con el resto de los niños de esa edad. Cuando algún niño queda por debajo del percentil 3, por ejemplo, significa que tiene un peso o talla que solo tienen en esa edad menos de un 3% de los sujetos. Esto, habitualmente, indica algún problema y debe estudiarse.
La mayoría de los pacientes con Anemia de Fanconi se encuentran dentro de los estándares convencionales, aunque con mucha frecuencia en los percentiles más bajos. En los casos que el crecimiento sea inferior al 3%, habría que prestar una mayor atención a la curva de crecimiento.
La recomendación para los pacientes con Anemia de Fanconi, al igual que para el resto de la población, es seguir unos buenos hábitos alimenticios que contribuyan al correcto desarrollo y crecimiento, siempre teniendo en cuenta las características especiales que los afectados de Anemia de Fanconi puedan tener.
En próximos posts, hablaremos más en profundidad sobre cómo cambiar los hábitos alimenticios de los más pequeños y también compartiremos algunos consejos para mejorar su alimentación.